Pocos saben que la palabra mundo viene del latín "mundus" que significa limpio.
Por eso lo sucio es inmundo.
¿Hasta qué punto, construimos a diario el mundo como un espacio de pureza,
ajeno a toda clase inmundicia?
¿Dónde están los líderes íntegros que despiertan credibilidad
por su vida recta y transparente?
Líderes como Mahatma Gandhi que tenía estos dos principios
como guías de su acción:
1. El servicio a la verdad.
2. La no violencia basada en el amor tolerante.
El enorme desafío que todos enfrentamos es el de centrar nuestra vida en unos
principios que sean como puntuales.
Y esos se pueden reducir a estos tres que son la base y la raíz de todos los
valores: Amor, Honestidad y Espiritualidad.
Autor: Gonzalo Gallo González.
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