Foto: Fernanda Castillo |
Uno Crece...
Imposible atravesar la vida...
sin que un trabajo salga mal hecho,
sin que una amistad cause decepción,
sin padecer una enfermedad,
sin que un amor nos abandone,
sin que nadie de la familia fallezca,
sin equivocarse en un negocio.
Este es el costo de vivir.
Sin embargo lo importante
no es lo que suceda,
sino como se reacciona.
Si te pones a coleccionar heridas
sangrarás eternamente,
vivirás como un pájaro herido
incapaz de volver a volar.
Uno crece... cuando no hay vacío de esperanza,
ni debilitamiento de voluntad,
ni pérdida de fe.
Uno crece...cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla.
Cuando acepta su destino,
pero tiene la voluntad para cambiarlo.
Uno crece...asimilando lo que deja atrás,
construyendo lo que tiene por delante y proyectando
lo que puede ser el porvenir.
Uno crece...
cuando se supera, se valora y sabe dar frutos.
Uno crece...
cuando abre camino dejando huellas, asimila experiencias... y siembra raíces!
Uno crece...
cuando se impone metas, sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios, cuando da ejemplos
sin importarle burlas y desdenes, cuando cumple con su labor.
Uno crece...
cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación, sensible por temperamento... y humano por nacimiento.
Uno crece...
cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas, recoge flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se levante el polvo.
Uno crece...
cuando es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse con residuos de flores...
¡ Y de encenderse con Residuos de Amor!!
Uno crece...
ayudando a sus semejantes, conociéndose así mismo y dándole a la vida más de lo que recibe.
Uno crece...
cuando se planta para no retroceder.
Cuando se es como un águila para no dejar de volar.
Cuando se clava como ancla y se ilumina como estrella.
Entonces... UNO CRECE...
Susana Carriza.
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